Los socorristas tienen una serie de deberes que deben tener presente en todo momento para la correcta ejecución de su actividad:
Vigilan, controlan y atienden a todo bañista o usuario de la piscina que requiera de sus servicios.
En todo momento deben estar correctamente identificados como técnico en salvamento y socorrismo acuático encargado en las instalaciones.
No deben abandonar el puesto de vigilancia bajo ningún pretexto a excepción de atender a un accidentado o cuando son relevados por otro técnico de salvamento y socorrismo.
Han de cumplir con los horarios establecidos de apertura, cuando lo requieran las instalaciones y siguiendo el criterio del encargado de la instalación.
Son los encargados de pasar el limpiafondos, así como de la limpieza de pediluvios, cuando lo requieran las instalaciones.
Durante las horas en las que desempeñe su trabajo, no podrá realizar otra labor que no sea la de sus funciones de técnico en salvamento y socorrismo.
No pueden abandonar el puesto de vigilancia aún en caso de inclemencias meteorológicas a menos que exista un permiso expreso del responsable de las instalaciones.
Deben, también, conocer y acatar las prohibiciones y exigencias que marca la ley sobre el reglamento de piscinas.
Tienen que realizar la correspondiente toma de muestra de agua del vaso de la piscina, anotando los resultados en el correspondiente libro de registro sanitario (facilitado por la empresa) y guardándolo en la instalación.
Los socorristas son los principales encargados de mantener ordenado y en perfecto orden el cuarto de botiquín. Así como también cuidar el maletín de primeros auxilios y el estuche analizador del control del agua, facilitado por la empresa gestora de piscinas.
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